Para situar debidamente a mis lectores, debería comenzar mencionando que “Nirvana” es una película de producción italiana rodada en 1997. El tándem ciencia ficción-Italia no es precisamente sinónimo de calidad. Nuestras expectativas no mejorarán si añadimos que además está protagonizada por Christopher Lambert (Los Inmortales), que hundió su carera rodando películas de bajo presupuesto que, en su mayor parte, fueron un desastre. Por lo tanto estamos ante una película a la que podríamos catalogar de “serie z” dirigida por Gabriele Salvatores (director italiano con casi 30 años de carrera).

La película parte de una idea curiosa e intenta generar complicidad entre los protagonistas, pero el argumento es tan errático y enrevesado que nos hace perder interés en el resultado de sus acciones. El personaje de Solo (un mafioso italiano) aporta humor a la cinta, realizando las veces de secundario cómico. El apartado estético nos recuerda al de los films de finales de los 80 de ambientación ciberpunk, con cibertecnología y grupos marginales organizados. De este modo la variedad de escenarios entre el mundo de “Nirvana” y el mundo real, así como la decadencia de ambos esta lograda.

Los efectos virtuales realizados por ordenador que se nos muestran dentro de la red son francamente vergonzosos.
Así pues podríamos decir que “Nirvana” es una película con una buena idea e irregular desarrollo. Es evidente que su visionado no es obligatorio. La recomiendo para todos aquellos que gusten de una película entretenida de “serie b” sin pretensiones pero muy profunda y original. Por supuesto advierto a los que busquen un film serio con un acabado impecable que huyan lo más lejos posible de esta cinta.
Mi valoración: 6 sobre 10.
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